Jenni Hermoso lleva años escribiendo su nombre en la historia de la selección española con la tinta imborrable de los goles, el talento y la constancia. Con 123 partidos disputados con la absoluta, ha firmado 57 goles y al menos 18 asistencias, una cifra incompleta por la ausencia de registros oficiales detallados, pero que no alcanza a medir del todo su impacto real en el juego. Y es que Hermoso no solo ha sido una goleadora: ha sido una futbolista total.
Sus cifras no se quedan en los partidos menores. Ha marcado 11 goles en grandes torneos como lo son EuroCopas, Mundiales, Juegos Olímpicos y Nations League. Y ha sido pieza clave en los momentos donde más presión hay y donde más se exige a las grandes. La suya ha sido una trayectoria marcada por el compromiso, la calidad y una inteligencia táctica que muy pocas poseen.
Por eso, su ausencia en la última lista de Montse Tomé resulta tan llamativa como difícil de justificar desde el punto de vista futbolístico. No se trata de un nombre más que cae de una convocatoria; se trata de una de las máximas goleadoras históricas del país, de una campeona del mundo que sigue rindiendo a alto nivel en cada club por el que pasa y que aún tiene cuerda para seguir sumando.
A lo largo de más de una década, Jenni ha sido referente dentro y fuera del campo. Ha acompañado el crecimiento de la selección desde sus orígenes humildes hasta la cima mundial. Ha aparecido cuando más se la necesitaba, ha arrastrado marcas, ha abierto caminos y ha sostenido al equipo en momentos clave.
El futuro de España se construye mirando adelante, pero nunca olvidando lo que la ha llevado hasta aquí. Y en ese camino, el nombre de Jenni Hermoso no es solo parte del pasado: sigue siendo, para muchos, parte del presente. Convocada o no, su legado ya es eterno.
Imagen de portada vía Jenni Hermoso en redes sociales
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