
El partido del All-Star de la WNBA ha sido un evento marcado por Sabrina Ionescu en el concurso de triples, el récord de puntos de Napheesa Collier o el triple-doble de Skylar Diggins-Smith, pero ha habido algo que ha llamado mucho más la atención y no tuvo que ver con el aspecto deportivo.
Las estrellas de la liga han salido con una camiseta con un mensaje reivindicativo exigiendo unas mejores condiciones laborales, con el lema de «Pay Us What You Owe Us», debido al porcentaje de los ingresos que se reparte en los salarios.
Las audiencias y asistencias a los pabellones están al alza, y la liga, pero los salarios están estancados. La liga está en proceso de crecimiento con nuevas franquicias anunciadas para expandir la competición, pero las jugadoras están preocupadas por no conseguir una mejora en los sueldos.
La WNBA no ha sido rentable durante prácticamente todas las temporadas, aunque no se sepan los datos exactos. Pero ahora con lo que están generando Caitlin Clark, Paige Bueckers, Angel Reese, Sabrina Ionescu y compañía, sumando al aumento de público y las nuevas ciudades implicadas, el futuro parece mejor que nunca para la liga.
«Hay margen para la reconstrucción. Las primas del All-Star son otro componente del salario y de la compensación en términos de primas por rendimiento, lo que buscamos no es sólo un porcentaje de un salario más alto, sino que también buscamos una participación en los ingresos que refleje a todas las jugadoras» explicaba Nneka Ogumike sobre la situación.
Por otra parte, Cathy Engelbert, la Comisionada de la WNBA dijo lo siguiente: «Queremos las mismas cosas que las jugadoras quieren. Queremos aumentar significativamente sus salarios y beneficios, equilibrándolo con la capacidad de nuestros propietarios para tener un camino hacia la rentabilidad, así como una inversión continua«.
Imagen de portada vía Trevor Ruszkowski / Imagn Images
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