Las Vegas Aces volvieron a escribir historia en la WNBA al conquistar su tercer campeonato en las últimas cuatro temporadas. El equipo de Becky Hammon cerró las Finales con un contundente 97-86 ante las Phoenix Mercury, sellando una barrida en la primera serie al mejor de siete de la historia de la liga. A’ja Wilson, una vez más, fue la gran figura de una noche que confirmó el dominio absoluto del conjunto de Nevada.
Wilson terminó con 31 puntos y nueve rebotes, además de 17 de 19 desde la línea de tiros libres, lo que le valió el premio a la MVP de las Finales. A su lado, Chelsea Gray y Jackie Young aportaron 18 puntos cada una, mientras que Jewell Loyd y Dana Evans completaron un quinteto que superó los 10 puntos. Las Aces, letales desde el inicio, firmaron un 55 % de acierto en el primer cuarto y se fueron al descanso con una ventaja de 54-38 que ya no soltarían.
Phoenix lo intentó hasta el final, con una Kahleah Copper inspirada (30 puntos) y un nuevo triple-doble de Alyssa Thomas (17 puntos, 12 rebotes, 10 asistencias). Sin embargo, la expulsión del técnico Nate Tibbetts en el tercer cuarto y las lesiones de Satou Sabally y Thomas limitaron las opciones de las Mercury, que solo pudieron acercarse a seis puntos en el último periodo antes de que Gray sentenciara con dos triples consecutivos.
El ambiente en el Michelob Ultra Arena fue de celebración desde el inicio. Wilson apareció en la rueda de prensa posterior con gafas de esquí y una pandereta rosa, símbolo —dijo entre risas— de la alegría de un grupo “que se lo ha ganado todo en la pista”. Las Aces han firmado una de las rachas más dominantes que recuerda la WNBA, repitiendo la gesta de las míticas Minnesota Lynx y consolidando una dinastía que parece lejos de agotarse.
Con su tercer anillo, Las Vegas confirma que el trono del baloncesto femenino norteamericano sigue firme en sus manos.
Imagen de portada vía Las Vegas Aces
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