A sus ya 38 años, Vero Boquete ha completado una temporada notable en la Serie A italiana, consolidándose como una de las piezas más influyentes en la Fiorentina, que cerró el curso en cuarta posición con 41 puntos, fruto de 12 victorias, 5 empates y 9 derrotas.
La jugadora gallega disputó 23 partidos de liga en los que generó un total de 15 goles, repartidos en 8 tantos y 7 asistencias. Estos registros la situaron como la segunda máxima asistente del campeonato, en un equipo que encontró en ella el equilibrio entre experiencia, criterio en el pase y eficacia en los metros finales.
Boquete promedió 0,76 goles generados por 90 minutos, con una media de 1,62 tiros a puerta por encuentro, lo que refleja su capacidad no solo para finalizar, sino también para aparecer con regularidad en zonas de peligro. Su fiabilidad en la circulación de balón quedó patente con un 74,5% de acierto en el pase, cifra especialmente relevante para una jugadora con un rol creativo y ofensivo.
Más allá de las cifras, su liderazgo volvió a ser un activo valioso en el vestuario viola. En un campeonato cada vez más exigente, Boquete mantuvo un nivel competitivo alto, aportando visión, lectura de juego y capacidad para decidir en los momentos clave. Su influencia fue reconocida tanto por el entorno del club como por la propia liga, en la que sigue siendo una referencia pese al paso de los años.
Con contrato vigente y sin señales de un inminente cierre de etapa, Boquete demuestra que su fútbol continúa siendo determinante. Su temporada en Florencia es una nueva muestra de la vigencia de una carrera que ha dejado huella en varias ligas y que, a día de hoy, sigue marcando diferencias en la élite europea.
Imagen de portada vía Alessandro Sabattini / Getty Images
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