
En una temporada donde el FC Barcelona ha vuelto a dominar la Liga con contundencia, 28 victorias, solo dos derrotas y un total de 84 puntos, hay figuras que, pese a su peso en el equipo, siguen sin recibir la atención que merecen. Ona Batlle es una de ellas.
La lateral catalana ha completado una campaña notable en Liga, participando en 22 encuentros, 14 de ellos como titular. En ese tiempo, ha generado 12 goles sumando sus 4 tantos y 8 asistencias. Lo hizo con una media de 0,79 goles generados cada 90 minutos. Cifras más que relevantes para una futbolista que parte desde la banda y que, sin embargo, no suele ser mencionada en las conversaciones habituales sobre las grandes destacadas del equipo.
Su influencia no se limita al área rival. Batlle ha demostrado un dominio técnico y una precisión táctica poco común. Ha completado el 89,5% de sus pases, incluyendo un 93,8% de acierto en los pases cortos y un 90,8% en los de media distancia. Incluso en el desplazamiento largo, donde el margen de error se amplía, su acierto ha sido del 66,7%. Son registros de una jugadora fiable, inteligente y plenamente integrada en la filosofía de juego del Barça.
Por otra parte, dio 161 pases progresivos, lo que significa que avanzaron las jugadas más de 10 metros hacia adelante. Un registro que equivale a la mejor marca de su carrera tango en el Barcelona como en el Manchester United. Tiene mucho mérito que todas sus temporadas sean por encima de 100 pases de estas características, pero llegar a 161 son palabras mayores.
Lo llamativo es que todo esto sucede con un perfil bajo. No es habitual verla como protagonista en portadas ni en listas de galardones individuales, pese a que semana tras semana aporta en ambos lados del campo. Su versatilidad, ya que puede jugar en ambas bandas, su lectura táctica y su constancia hacen de ella una de las piezas más valiosas del vestuario.
En un equipo que brilla por su talento coral, Batlle sigue siendo una jugadora infravalorada. No por el cuerpo técnico ni por sus compañeras, que conocen bien su impacto, sino por una narrativa externa que, muchas veces, pasa por alto a las futbolistas que no alzan la voz, pero sostienen al equipo con su fútbol.
Imagen de portada vía Futbol Club Barcelona
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