
Con apenas 19 años, Awa Fam fue la gran protagonista de la clasificación de España a la final del EuroBasket en uno de esos días que siempre se recordarán. En un escenario de máxima exigencia como una semifinal continental y frente a una selección del calibre físico y competitivo de Francia, la joven interior firmó una actuación memorable y que pasa directamente a los libros de historia del deporte.
Fam firmó una increíble línea estadística de 21 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias y 2 tapones para firmar una valoración de 31 dígitos. Un rendimiento tan dominante como maduro, impropio de una jugadora que está dando apenas sus primeros pasos en la élite internacional.
Después de todo lo que ha hecho en clubes y con las categorías inferiores, esta se podría decir que es la presentación a nivel mundial de Awa y quien todavía no la conocía, a partir de ahora no la podrá olvidar.
España había llegado a esta semifinal tras remontar también en cuartos ante Chequia, y volvió a verse contra las cuerdas cuando Francia se escapó en el marcador mediado el tercer cuarto con un marcador de 44-34 en el electrónico. En ese momento apareció Fam y demostró que es una superclase a nivel mundial, porque no solo fue una pieza clave en la parte ofensiva, sino que también se mostró como referente emocional de un equipo que se resistía a caer y fue la que sostuvo al equipo sobre sus hombros varios minutos.
Su capacidad para jugar en este tipo de escenario tan complejos, su lectura del juego en el poste y su fiabilidad en el rebote fueron determinantes para mantener viva a España en los momentos más críticos Y hacerlo con 19 años no está a la altura de cualquiera. No hubo precipitación, no hubo miedo escénico ante el gran contexto al que se enfrentaba. Tuvo un impacto y una determinación de estrella. Fam no rehuía el balón, lo pedía, lo atacaba y, sobre todo, lo aprovechaba para que siempre hubiera opciones de darle la vuelta al marcador.
Más allá de los números, que no son poca cosa porque la convierten en la primera jugadora menor de 20 años en anotar al menos 20 puntos en una semifinal del EuroBasket desde 1989, su presencia física y mental en el partido fue lo más relevante que se ha visto en esta edición del campeonato europeo. Compitió de tú a tú contra pívots consolidadas como las francesas, y fue capaz de estar mucho tiempo dominando los dos aros y apareciendo también en tareas de dirección en algunos momentos del encuentro.
Fam, que ya ha sido importante en las dinámicas de categorías de formación y en Liga Femenina Endesa, ha dado en El Pireo el salto definitivo que se esperaba en su carrera. Y lo ha hecho con una de esas actuaciones que se recordarán cuando se repase la historia del baloncesto europeo. El futuro es suyo, pero el presente también.
Visto lo visto, Awa podrá llegar hasta donde ella quiera. Es una jugadora que tiene un techo infinito y que si sigue trabajando como hasta ahora se convertirá en una de las mejores jugadoras que ha visto el viejo continente. Muy pocas veces se ve a una joven con las características de Fam. Es una entre mil millones y está tocada con una varita mágica. España tiene mucha suerte de tener a una joven estrella como ella.
Imagen de portada vía FIBA
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