En el mundo del deporte, no todas las temporadas quedan marcadas únicamente por los momentos de gloria y las conquistas de trofeos. También existen episodios amargos que ponen a prueba la fortaleza de los equipos y de las propias protagonistas. En el caso del baloncesto, las lesiones son esa cara amarga de la competición, una circunstancia que en la campaña 2024-25 golpeó de lleno al Valencia Basket con la baja de su capitana, Queralt Casas. Una acción desafortunada y una caída dantesca la obligaron a pasar por el quirófano, quedándose varios meses alejada de las canchas y perdiéndose un tramo decisivo del calendario, cuando se disputaban los principales títulos de la temporada.
Para una jugadora de la competitividad y el carácter de Queralt, vivir esa situación tiene que suponer un duro golpe. No es fácil asumir estar fuera en los momentos en los que más se necesita a las referentes, y menos para alguien que siempre ha sido un pilar fundamental del equipo dejándose el alma en cada jugada. Sin embargo, la catalana afrontó el proceso de recuperación con la misma entrega que pone en cada partido, marcándose como objetivo volver más fuerte y con la ilusión intacta. Como si nunca se hubiera ido.
Esa etapa ya ha quedado atrás y el presente se viste de optimismo para ella. Una de las mejores noticias de la pretemporada del conjunto taronja es ver a su capitana reintegrarse poco a poco en la dinámica de entrenamientos y amistosos. Su regreso no solo tiene un impacto deportivo evidente, sino también emocional para toda la entidad. Queralt es el alma del equipo, la jugadora que simboliza la identidad del proyecto y la que, con su ejemplo, transmite confianza a todo el vestuario y la afición. Cuando juega ella, siempre se confía.
En lo estrictamente deportivo, su vuelta aporta una dimensión imprescindible en el juego. La defensa, el sacrificio, la capacidad para penetrar hacia el aro, su visión de juego y el carácter competitivo que despliega en cada acción hacen de Queralt una pieza insustituible en cualquier equipo. El Valencia Basket recupera a una jugadora que suma en casi todos los apartados, pero sobre todo a una líder que se entrega al máximo y que marca el pulso competitivo del grupo transmitiendo su energía al resto.
No se entiende el gran momento del club sin su nombre. Su protagonismo ha ido de la mano de los éxitos que ha cosechado el Valencia en los últimos años, convirtiéndose además en una de las grandes referentes del baloncesto español y una de las figuras más representativas que tendrá el club en su historia.
La ausencia de Queralt durante la temporada pasada evidenció hasta qué punto es importante su figura en todos los sentidos. Por ello, su regreso es recibido como la mejor noticia posible tanto para el equipo como para la Liga en general.
Ahora, con el inicio oficial de la temporada cada vez más cerca, la cuenta atrás para volver a verla en acción se acelera. La ilusión de la afición, la confianza del cuerpo técnico y las ganas de sus compañeras convergen en un mismo punto, que es recuperar a su capitana en plenitud. El baloncesto español celebra su regreso, porque figuras como Queralt Casas trascienden lo puramente deportivo y representan el compromiso, entrega y liderazgo.
Imagen de portada vía Valencia Basket
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