
En el mundo del fútbol hay leyendas y leyendas, pero luego está Marta Vieira da Silva que no es del mismo planeta que nosotros. La histórica jugadora brasileña no se cansá de aumentar su legado y seguir escribiendo capítulos, haciendo que la edad sea solamente un número. A sus 39 años, hizo una actuación a la altura de muy pocas y siguió consagrado su grandeza e importancia en el deporte rey.
Brasil llegaba, cómo es habitual, a una nueva final de la Copa América y se media ante la selección que más guerra podía darle en un partido como ese. El equipo nacional de Colombia se plantó ante la favorita y dio un papel para el recuerdo, haciendo de esa final uno de los mejores partidos en la historia reciente del fútbol con un 4-4 en el electrónico tras 120 minutos de intensidad y golazos.
El resultado no paró de bailar de un lado al otro, con buenas acciones por ambos lados y llegando a un resultado de 2-3 a favor de las colombianas cuando se estaba agotando el tiempo reglamentario en el reloj. La confianza de Colombia era total por cómo se estaban desarrollando los minutos finales, llegando incluso a cambiar a Mayra Ramírez para meter piernas frescas y defender el último tramo. Una decisión de la que quizá se arrepintieron al ver lo que pasaría a continuación.
En ese momento en el que salió la delantera del Chelsea, las jugadoras brasileñas, y entre ellas la protagonista de día, la hicieron salir por la banda más cercana para que no perdiera el tiempo. En Brasil se veían con el agua al cuello y necesitaba algo que les diera la oportunidad de irse al tiempo extra.
Cuando se está entre la espada y la pared, es cuando hace falta que las superclase aparezcan para hacer una genialidad. Y ese fue el momento en el que Marta le recordó al mundo que es una de las mejores futbolistas de todos los tiempos. La ’10’ brasileña se inventó un golazo de fuera del área que resultó imparable para la portera rival, enviando el partido a la prórroga con un 3-3 después de haber ingresado desde el banco de suplentes. Solo ella podía hacerlo.
La leyenda de Brasil se había retirado de la selección después de los Juegos Olímpicos de 2024, pero regresó en mayo para disputar unos amistosos antes de la Copa América y formar parte de la plantilla para el torneo. La decisión de decir adiós al combinado nacional el 26 de abril de 2024 parecía que iba a ser un antes y un después en el mundo del fútbol, pero Marta todavía tenía gasolina para continuar y, poco más de un año después, volvió a vestirse de corto para su país. Y lo hizo por todo lo alto, ya que fue decisiva en el torneo continental y fue la que más marcó la diferencia.
Marta no solamente metió el gol del empate en el tiempo reglamentario, sino que metió otro en la prórroga. Un doblete en 39 minutos, con 39 años y en una final de Copa América. Por otra parte, un 88% de acierto en pases y dos pases que terminaron en jugadas finalizadas. No necesitó más tiempo en el campo para ser nombrada como la MVP de la final.
Además, el impacto de Marta no se puede limitar sólo a esos goles, porque su aporte en el campo es más que necesario para Brasil. Es la líder y el alma del equipo. Cuando ella ingresó al verde, la dinámica cambió y el combinado brasileño parecía distinto. Y es normal porque Marta es TODO para su país.
Desde el 2007 que a Marta la empezaron a comparar con el mito brasileño Pelé. Una comparación que seguramente fue a más cuando también vistió la camiseta del Santos. Pero con el paso de los años no hace falta comprarla con nadie. Ella es Marta y es la jugadora que ha hecho grande a Brasil en fútbol femenino. Durante muchos años la han comparado recurrentemente en medios de comunicación con figuras como Pelé o Neymar, pero hay que dejar eso atrás. Porque Marta no tiene comparación. Ella es única y ha forjado su propio legado.
Cuando alguien de cualquier punto del planeta piensa en fútbol femenino, es probable que la primera imagen que se le venga a la cabeza es la de Marta con la camiseta de su selección. Al final, decir quien es la mejor de todos los tiempos es cuestión de gustos y pequeños detalles, pero lo que no se puede dudar es que Marta es la futbolista más emblemática de la historia. Su actuación en la final de la Copa América ante Colombia fue un recordatorio de que sigue vigente y que a una superestrella de su dimensión siempre hay que tenerla en cuenta por muchos años que pasen.
Es bueno recordar que Marta hizo su debut en el fútbol profesional hace un cuarto de siglo. Con tal solo 14 años jugaba con el Vasco da Gama y anotó 4 goles en sus 16 partidos. Teniendo en cuenta su edad, son palabras mayores. Aunque nada igual a sus 111 goles en 103 partidos con el Umeå IK entre 2004 y 2008. Ese probablemente fue el momento en el que se daba por hecho que era una jugadora única en su especie.
Ahora, 25 años después de su debut, la historia de Marta es una de las más históricas del deporte. El fútbol del Siglo XXI ha estado marcado por ella. Para ponerlo en contexto temporal, la actual Balón de Oro tenía apenas 2 años cuando Marta hizo su debut, ya que Aitana Bonmatí es de 1998 y la brasileña saltó al campo como profesional por primera vez en el 2000. Un cuarto de siglo en la élite es suficiente tiempo para no compararla con nadie y hablar de ella por su nombre.
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