
El baloncesto estadounidense abre un nuevo capítulo con la llegada de Paige Bueckers a la WNBA. La base de 23 años, formada en la Universidad de Connecticut, fue elegida con el número uno del Draft de 2025 por Dallas Wings, en una decisión que va más allá de lo deportivo. Supone el arranque de una nueva etapa para la franquicia y, posiblemente, para la liga.
Bueckers cerró su etapa universitaria liderando a UConn hasta su duodécimo campeonato nacional, consolidándose como una de las jugadoras más influyentes de los últimos años. Su carrera no ha estado exenta de obstáculos como una grave lesión en la rodilla la dejó fuera durante toda la temporada 2022-23, pero regresó con determinación para firmar 22.3 puntos de media en su último curso y convertirse de nuevo en el epicentro del baloncesto femenino mundial.
La elección de Dallas responde a la necesidad de construir una identidad ganadora tras una campaña marcada por las derrotas con un récord de 9-31. El nuevo proyecto deportivo, liderado desde los despachos por Curt Miller, apuesta por rodear a Bueckers y Arike Ogunbowale de un grupo competitivo que le permita desplegar su juego desde el primer día y convertirse rápido en uno de los mejores dúos de la liga.
Más allá de su impacto en la pista, Bueckers representa también una figura de enorme proyección mediática y es lo que mejor le viene a Dallas, ya que es un equipo que se estaba quedando un poco atrás en cuanto a marketing y relevancia entre los fans. Paige viene acompañada de carisma, un estilo de juego muy llamativo y una madurez impropia de su edad. Y todo eso sumado en una sola jugadora, la ha convertido en una referente antes incluso de debutar como profesional. Su nombre ya está asociado a grandes marcas, y su presencia será clave para continuar impulsando la visibilidad de la franquicia y en general de liga.
Con Bueckers, la WNBA gana una jugadora con talento generacional, pero también una líder con la capacidad de marcar el rumbo de su equipo y de conectar con nuevas audiencias. Para Dallas, su llegada es un punto de partida. Para la liga, puede ser el comienzo de una era distinta.
Este gran impacto de Paige en las Wings se vio desde el primer momento, ya que a los minutos de haberla drafteado ya se estaban viendo sus camisetas en Dallas. Pocas veces se ha victo una llegada tan esperada a la WNBA y el equipo texano tiene la oportunidad de vivir un crecimiento parecido al de Indiana Fever con Caitlin Clark.
En las Wings necesitaban una figura como Paige para poder cambiar el rumbo de la franquicia y ahora ven un futuro prometedor en el horizonte. Una de las claves va a ser la adaptación con Arike dentro de la pista y aprovechar al máximo su conexión con los fans para hacer más grande a la entidad.
Puede parecer que al elegir a una jugadora como Bueckers en el draft es un alivio, pero realmente es todo lo contrario. Ahora en Dallas tienen más trabajo que nunca y es el momento de hacer las cosas bien para consolidar la franquicia en lo más alto. Para que la llegada de Paige a la WNBA sea ‘una nueva era’ de forma inmediata, lo que haga su equipo también juega una parte muy importante en la ecuación.
Si en Dallas están a la altura de las circunstancias, Paige tiene toda la pinta de que comenzará su reinado en la liga y se sumará al ‘efecto Clark’ para que la temporada de 2025 sea la que tenga más repercusión de toda la historia.
Imagen de portada vía Getty Images
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