Su lucha contra el cáncer, llena de esperanza y resiliencia, fue un ejemplo de vida para todos. La jugadora australiana hizo una carrera increíble en la NCAA con Syracuse. También había recibido llamadas para estar con las Opals. Desde joven, su proyección era muy buena y siempre se han esperado grandes cosas de ella por su increíble juego. Pero la vida a veces es muy injusta, y Tiana Mangakahia no pudo disfrutar de ella cómo le hubiera gustado, ya que durante muchos años su día a día, y con lo cual su trayectoria en el baloncesto, se vio marcado por enfrentarse a esta enfermedad.
Su visión de juego y gran habilidad como pasadora la hacían ser una base muy especial capaz de liderar a su equipo cada vez que jugaba. Estaba marcando una época en Syracuse de la liga universitaria de Estados Unidos y siendo una jugadora histórica para su equipo, pero tuvo que poner pausa al ser diagnosticada de cáncer y pasó por procesos que hubieran hecho que cualquiera dejara el deporte.
Las Opals la convocaron para una lista preliminar de cara a preparar los JJOO que en un principio iban a realizarse en Tokio en 2020. Todo iba sobre ruedas para ella y estaba cumpliendo los sueños que cualquier deportista tiene desde niña. Era el momento más importante de su carrera y tuvo que quedarse al margen. Un diagnóstico de cáncer de mama le puso freno.
«Sé que esto será difícil, pero lo superaré. Esto es solo el comienzo para mí y saldré más fuerte. Tengo muchas cosas más que lograr y espero inspirar a otros a superar su propia adversidad como sé que lo haré«.
Cuando perdió el cabello durante el tratamiento decidió usar pelucas, pero luego pensó que lo mejor era mostrar su cabeza calva durante el tratamiento sin tener que avergonzarse de nada. Todos sus hermanos se raparon la cabeza como un gesto de unidad familiar con ella. «No me gustaba salir y conocer gente, luego ir a casa y quitarme mi peluca. La gente no me veía como soy. Es como si me maquillara mucho, me lo quitara y me viera como una persona diferente«.
En octubre del 2019 ya llevaba casi una decena de sesiones para combatir el cáncer. Finalmente Tiana se sometió a una mastectomía doble en busca de conseguir luchar de forma insistente contra la enfermedad. «Es una persona muy dura dentro de la cancha, pero sobre todo fuera de ella. Hablamos de nuestra trayectoria y la inspiración que ella es para todo el mundo«, dijo Sabrina Ionescu sobre Mangakahia.
Luego llegó la mejor de las noticias, y es que fue declarada libre de cáncer poco después de la cirugía el 6 de noviembre de 2019. Tras una gran batalla demostró que los superhéroes no solamente existen en las películas. Estuvo autorizada para volver a los entrenamientos a finales del mes de febrero de 2020, cuando estaba a punto de terminar la temporada. Desde la NCAA le dieron una extensión de elegibilidad en octubre de 2020 para poder estar un curso más con Syracuse. «Ha sido todo un viaje. Así que al caminar por la cancha me sentí agradecida, más que agradecida de comprometerme con Syracuse«.
Por desgracia, la enfermedad volvió y le siguió afectando los años posteriores. Su lucha fue dura e intensa, hasta que no pudo seguir aguantando a esta maldita enfermedad…
Tanto dentro de la cancha como, sobre todo, fuera de ella, esta joven ha enseñado al mundo lecciones de vida que deberían servir de ejemplo para cualquiera que se encuentre lidiando con una lucha personal. «Del sufrimiento surgen las almas más fuertes«.
Sin haber hablado nunca con ella ni interactuado más allá de tweets que me compartió hace años, siempre he sentido un cariño especial por esta persona y es muy duro saber que ya no está. Ojalá en el cielo haya canchas de baloncesto y pueda brillar arriba como lo ha hecho aquí abajo. Porque no se muere quien se va, solo se muere quien se olvida. Y su legado es eterno.
Imagen de portada vía Getty Images
Síguenos en nuestra cuenta de X (@DeporteFem_com) para no perderte nada de nuestro contenido.
Únete a nuestro grupo de Telegram (Deporte Fem) para formar parte de nuestra comunidad.
