
Trinity Rodman, una de las figuras más destacadas del fútbol femenino actual, ha logrado brillar por su cuenta, pero su relación con su padre, el exjugador de la NBA Dennis Rodman, sigue siendo un tema complejo. Aunque comparten el mismo apellido, Trinity ha hablado abiertamente sobre la desconexión emocional entre ambos. Fue en una entrevista en el podcast Call Her Daddy.
“Perdí la esperanza de recuperarlo algún día… No es mi padre. Tal vez por sangre, pero por nada más”, declaró recientemente la futbolista. Estas palabras reflejan la distancia que existe en su relación. Para Trinity, el vínculo biológico no ha sido suficiente para llenar el vacío que dejó la falta de un padre presente.
A pesar de esta situación, Trinity ha demostrado ser una atleta excepcional. Su talento y dedicación la han llevado a consolidarse como una de las estrellas emergentes del fútbol estadounidense. Con sólo 21 años, ya ha destacado en la NWSL y ha sido convocada para la selección nacional, donde ha mostrado su compromiso y habilidad en cada partido.
Por su parte, Dennis Rodman es conocido tanto por sus logros en la NBA como por su estilo de vida controvertido. Sus problemas personales, incluidos conflictos legales y adicciones, han sido ampliamente documentados, y es evidente que estas dificultades también afectaron su rol como padre.
Para Trinity, la falta de esta figura paterna ha sido un desafío, pero también una lección. “He aprendido a apoyarme en mí misma”, ha dicho en varias ocasiones, destacando cómo ha transformado una situación difícil en una fuente de fortaleza.
Su historia es un ejemplo de resiliencia y determinación. Trinity Rodman ha demostrado que no se define por el apellido que lleva, sino por los logros que ha alcanzado y los sueños que sigue persiguiendo.
Imagen de portada vía Getty Images