
Hay trayectorias que no solo cuentan una historia deportiva, sino que ayudan a explicar el desarrollo de todo un movimiento y la evolución de un deporte. La de Patrizia Panico es una de ellas. Una goleadora de época, referente generacional en Italia, y más tarde pionera desde los banquillos. Su figura es clave para entender la evolución del fútbol femenino italiano y también el europeo.
Nacida en Roma en 1975, Panico empezó su aventura en el fútbol en clubes como Borussia Roma y Valmontese. A los 18 años ya estaba en la Serie A con la Lazio, y desde ahí empezó una carrera que duraría más de dos décadas en la élite y marcando una época en el país. Jugó en equipos históricos como Torino, Modena, Milan, Verona, Torres o Fiorentina, acumulando una cifra difícil de igualar: 627 goles en 635 partidos oficiales. Una delantera de las que marcan la historia, con olfato goleador, inteligencia y una regularidad que la mantuvo en lo más alto durante muchísimo tiempo.
En 2010 vivió una experiencia fuera de Italia, en el Sky Blue FC de Estados Unidos, justo cuando la liga norteamericana empezaba a consolidarse como referencia internacional. Pero fue en su país donde construyó la mayor parte de su leyenda y donde se desarrolló una de las carreras más grandes de todos los tiempos.
Con la camiseta de la selección italiana firmó números de récord y que están a la altura de muy pocas deportistas. Con sus 204 internacionalidades y 110 goles, a día de hoy sigue siendo la máxima goleadora y la jugadora con más partidos disputados en la historia del combinado nacional itlaiano. Participó en competiciones como el Mundial de 1999 o las Eurocopas de 1997, 2001 y 2009. En un momento en el que la visibilidad del fútbol femenino era mínima, Panico fue una de las pocas figuras que lograron romper el silencio mediático a base de rendimiento y liderazgo. Una de las figuras que empezaron a captar la atención del público más general.
Pero su papel no terminó con su retirada como jugadora profesional en 2016. Lejos de alejarse del campo, dio el paso a los banquillos. Y lo hizo, una vez más, abriendo puertas. En 2017 se convirtió en la primera mujer en dirigir una selección masculina en Italia, al frente del equipo sub-16 nacional. Un hito que no fue decorativo, sino que fue la confirmación de que su conocimiento del juego trascendía cualquier etiqueta de femenino y masculino.
Como entrenadora, Panico también sabe lo que dirigir al primer equipo femenino de la Fiorentina, en la Serie A de su país. Desde ahí continúa su labor, ahora como formadora, compartiendo una visión del fútbol construida sobre la experiencia, el trabajo y la ambición. Intentando tener la misma pasión desde la línea de banda que dentro del terreno de juego.
En la historia del deporte, hay nombres que significan algo más que talento, y Patrizia Panico es uno de ellos. Su carrera representa todo lo que una generación de futbolistas tuvo que superar, y la forma de luchar en un deporte todavía muy precario. Algo que ahora empieza a cambiar, pero para eso ha sido necesario la presencia de leyendas como la delantera italiana. Su figura no solo abrió caminos, porque a día de hoy sigue marcando el rumbo de otra forma.
Imagen de portada vía Martin Rose / Getty Images
Síguenos en nuestra cuenta de X (@DeporteFem_com) para no perderte nada de nuestro contenido.
Únete a nuestro grupo de Telegram (Deporte Fem) para formar parte de nuestra comunidad.